Sin duda estamos viviendo un momento dramático, desconcertante y singular.
Ya han pasado más de tres meses desde que llegaron desde China noticias sobre una situación alarmante que observábamos desde los demás rincones del mundo con asombro y, aún, distancia. Hoy nos encontramos en una fase muy distinta.
Buena parte del mundo se está concienciando ahora para el inicio de una nueva etapa. Ha llegado el momento de prepararnos para el desconfinamiento, algo que llevamos mucho tiempo esperando, pero que no dejamos de recibir con incertidumbre.
Algunas cosas han cambiado desde los primeros ingresos de pacientes en los hospitales por un tipo de virus que, aunque parecía de naturaleza conocida, desconcertaba a científicos y sanitarios por igual. Los avances hacia tratamientos efectivos y seguros están cada vez más cerca, y la tan esperada vacuna sigue su cauce por distintas vías.